La industria del porno, de un modo u otro, siempre se las ha ingeniado para tirar del carro de la tecnología, y ahora se comercializa también en las redes sociales.
Snapchat es uno de los mejores ejemplos de cómo la pornografía se aprovecha incluso de la tecnología. Una aplicación que permite mandar fotos o vídeos breves, acompañados de texto, a otros usuarios y que una vez vistos se autodestruyen, en un lapso de tiempo es ahora la plataforma para vender imágenes sexuales muy explícitas y videos a través de internet, según ha revelado una investigación de la bbc.
En EE.UU., las stripers, las personas que trabajan en espectáculos eróticos en webcams y las estrellas del porno han visto el negocio y han empezado a mandar vídeos y fotos suyas a cambio de pequeñas sumas de dinero, pero también han empezado a ofrecer pequeños shows eróticos personalizados por cantidades un poco mayores.
Una joven de 26 años asegura que gana más de US$5.000 al mes gracias a la venta de aplicación vendiendo fotos y videos. Premium Snapchat es la etiqueta que usada para dar a conocer los servicios sexuales en la aplicación.
Por una tarifa mensual -de entre US$25 y US$250- envía a sus suscriptores fotos y videos sexualmente explícitos a través de la app. Los videos comercializados van desde un striptease hasta un video de masturbación.
Los abogados consultados por la agencia informativa dicen que vender ese tipo de contenido no viola la ley, a menos que lo haga un menor de 18 años o se trate de material especialmente depravado.
Y aunque Snapchat dijo en un comunicado que no permite “la promoción o distribución de contenido pornográfico”.el comercio sexual sigue en auge.
Snapchat no se creó pensando en hacer florecer la industria del porno, sin embargo.
La pornografía en internet no es nada nuevo. Hace años que existe, pero su consumo se está trasladando hacia los smartphones y las tabletas. en 2017 unos 250 millones de personas de todo el mundo accederán a contenidos para adultos a través de dispositivos móviles, lo que significa un 30% más de las que lo hacen en la actualidad.